Hipersalenas


neumaticos baum y recurrencias

Épica del neumático;
novelística y recurrencias

  De acontecer una facultad relatora que concrete comunicacionalmente una liga de interés interpretativo en quien recibe el texto, eso es épica informativa y representativa: Una agudeza en el escrito que logre un proceso experiencial de calidades psíquicamente exactas y sustanciales, al relatarlo con toda su densidad. El lector se hace copartícipe de los hechos, sean estos los de una historia real o ficcional. Se trata de épica novelística en este caso: de Vicki Baum (1888-1960), su libro El bosque que llora (The weeping wood), un material exitoso y con varias ediciones, del año 1944 la primera. En uno de los capítulos la escritora está colocándonos épicamente, a traves del decir de un obrero, sobre cómo se trabajaba en la industria estadounidense del neumático en Akron, Ohio, a fines de la década de 1920.


Retrato de Vicki Baum por Emil Stumpp

Retrato de Vicki Baum por Emil Stumpp; Imagen Wikimedia.Org…/Commons


  ..«El armado de neumáticos es una tarea delicada que requiere un buen cerebro y cariño por lo que se hace, y un buen armador de neumáticos tiene derecho a enorgullecerse de sí mismo. Todo empieza en los depósitos, adonde ingresan las láminas de caucho. Cuando llegan, tienen un aspecto exótico; están empacadas en unas esteras y su olor es muy distinto del que emana del caucho curado. Las láminas tienen que ser rotas, son traídas al cuarto de las prensas. Hace mucho calor allí, porque el caucho desprende un calor espantoso y un hedor a quemado y un crujido furioso cuando es roto. El rodillo gira y gira y agarra al caucho entre sus dientes y lo masca y lo masca y lo masca. Cuando el caucho ha pasado por varias prensas sale crepitando, caliente y furioso, pero es una masa suave, elástica y adhesiva. En realidad, es esta curiosa peculiaridad del caucho no curado de tornarse elástico y adhesivo lo que lo diferencia de cualquier otra sustancia y que es la base de toda esa bendita industria del caucho. Si el caucho fresco no fuese adhesivo y elástico, …¿cómo podrían armarse neumáticos colocando simplemente una serie de capas sobre otra? Pues bien; cuando el caucho está roto, debe ser enfríado en agua antes de ir a parar al gran mezclador, el Banbury, donde se mezcla con todas las sustancias distintas que los mezcladores han cocinado en su habitación. Más que nada, se trata de azufre y plomo y carbón y unas cuantas cosas más con nombres de diez sílabas. Algunas son necesarias para curar el caucho, otras para darle color, otras para endurecerlo o ablandarlo o tornarlo más plástico o más resistente; algunas son llamadas aceleradoras porque abrevian el tiempo de cura y otras suavizadoras o endurecedoras o antioxidantes o rellenadoras; nunca pude meterme todo esto en la cabeza..» (En la fabricación del neumático, el caucho virgen es mezclado con otros productos: gomas sintéticas, azufre, y varios más agentes químicos).

  «Cuando el caucho sale del Banbury, es lo que llamamos plástico. Luego va a una calandria de tres rodillos donde es aplastado y convertido en una gran tira». (Entre los rodillos se introducen también tejidos de algodón, así se logra un producto que es una lámina de goma adherida al tejido). «Los hombres de la calandria llaman a esto friccionamiento; nuestras cubiertas están hechas de estas tiras»..

  «La tela forrada sale del friccionador, va arriba, donde las muchachas la cortan dándole la longitud necesaria para las capas. Luego, nos toca el turno a los armadores de neumáticos. Cada hombre se para detrás de su tambor giratorio y regula la velocidad de éste con un pedal. Uno pone sustancia aglutinante en el tambor y coloca la primera banda y la hace girar y la mantiene ceñida con la parte inferior de las manos. El trabajo es delicado y debe ser hecho con gran exactitud a fin de que cada pliegue salga parejo; uno estira la banda hacia abajo y coloca la siguiente, la limpia con una solución, baja una banda tras otra y la última va sobre el talón del neumático y tiene que ser enganchada debajo y eso es lo que les dificulta el asunto a las muñecas y los brazos; luego uno pone encima la capa de tela que va entre la rodadura y la carcasa del neumático, y la banda de frote, estirándola hacia abajo. Después se pule el esqueleto del neumático con un cepillo de alambre y se lo lava con solución. Entonces, uno debe terminar su neumático; esto es, colocarle la superficie de rodadura. Ésta no viene en capa sino en forma de cinturón y debe ser colocada alrededor del tambor». (La superficie de rodadura está sin calandrar, es una banda de goma masticada). «Éste es el momento más difícil y que le exige a un hombre toda su fuerza. Hay que estirarla con una varillas de hierro y uno lo siente alrededor de todo su cuerpo, en tal forma que éste tiembla del esfuerzo. Basta con ver a un armador de neumáticos cuando coloca la superficie de rodadura: El sudor aparece en su rostro y hasta sus mejillas tiemblan; tan duro es el trabajo. La superficie de rodadura contiene tanta fuerza que puede proyectarlo a uno por encima de la máquina si la varilla se atranca. He conocido a más de una docena de individuos que se rompieron el brazo al atrancarse la varilla entre la superficie de rodadura y el tambor con las bandas. O bien, si la solución se incendia a causa de una chispa eléctrica, uno puede sufrir graves quemaduras.. y esto no sucede tan rara vez. Luego, uno pasa a las paredes laterales para igualar la superficie de rodadura y alisarla. Todo hay que hacerlo con cuidado, porque si entre las bandas queda atrapado un poco de aire, el neumático no sirve. A esta altura, nuestro neumático está empezando a cobrar forma. Uno le pule la pestaña con un cuchillo y detiene la máquina. Deja caer el tambor y saca su neumático y esto significa también un buen trabajo, sin duda. Ahora, uno tiene preparado el material para el neumático siguiente.. Hoy, no se puede demorar más de cuatro minutos para armar un neumático y eso es bien poco, por cierto. Si el inspector encuentra algún defecto en el neumático de uno, lo descuenta de su paga. Y si le sucede algo a la máquina de uno, de modo que no puede marcar un buen tiempo, también se le descuenta de la paga. Y cuando la compañía no quiere cumplir las tarifas, ..le hacen esperar a uno el material, y el tiempo que está perdiendo también se lo descuentan. Al menos, esto era lo que nos sucedía a los armadores de neumáticos a diario hasta que aparecieron los sindicatos».

  Una acotación para este bien logrado relato de Vicki Baum, es la de algunas probables inexactitudes técnicas en el escrito, con respecto al procedimiento fabricador que refiere. Pudiera ser que ello no desmerezca la calidad épica del tramo presente. Para más exactitudes habría que ver.. —y esto va especialmente para quien se interese técnica y visualmente en el tema neumáticos— ..un instructivo video YouTube que tiene su enlace AQUÍ

  «Después de inspeccionado el neumático, ..va al pozo para ser curado. El pozo es un infierno caluroso, bramador, sibilante, donde se conservan hileras e hileras de matrices a temperaturas de 230 a 290 grados.. Aquí es donde el caucho pierde su adhesividad, y el neumático emerge con bonitas y claras muescas en la rodadura, semejante a un barquillo recién cocido en un molde gigante. Cada pocero tiene varias marmitas o matrices para trabajar por turno; pone un neumático en una de ellas, la cierra, observa la temperatura, abre la otra, saca el neumático, lo cuelga del gancho, pone uno en la matriz siguiente, saca el que sigue y así durante todo el turno»■…

  Hasta aquí la transcripción del tramo épico que me aconteció y me pareció valorable literariamente, lo creí de interés para traerlo adelante en la similaridad de estos tiempos. Pues aquellos años (1920-1930) eran tiempos de confrontación aguda entre el financismo corporativo y la dignidad de las personas. Pero por entonces hubo pensamiento social y liderazgo político que lograron dignificar y estabilizar la condición humana mediante reformas regulatorias. Y para estos avances del siglo XXI, con el neoliberalismo afrentando la dignidad de las personas y su derecho a convivir en paz, estaría justa la recuperación de un talante gubernativo, al menos semejante, sino más profundamente superador que el de aquellos años. Recordemos, como una muestra de historia recurrente, los conceptos de Franklin Delano Roosevelt, a mediados de la década de 1930. A pesar de su elitismo y sus errores, FDR fue quien hizo posible la reconstrucción de su Nación. «Tuvimos que luchar contra los viejos enemigos de la paz —el monopolio financiero y de negocios, la especulación, la desconsideración arrogante de la banca, los antagonismos de clase, el sectorialismo, el lucro con la guerra—. Ellos habían comenzado a considerar al Gobierno de los Estados Unidos como un mera dependencia sujeta a sus propios negocios. Ahora sabemos que un gobierno a cargo del dinero organizado es tan peligroso como el gobierno de una turba organizada»■…

 Aquí un enlace externo hacia una Blog (Revista.Abretelibro.Com) donde se encuentra una documentada reseña biográfica de la Autora, y sobre su época, con menciones sobre partes singulares de su obra: Siga este vínculo http para saber más sobre Vicki Baum


Sergio Malfé;
Prvcia de Buenos Aires, Argentina, Abya Yala; Abril de 2018